The Art Gallery Museum

Uruguay 967, CABA
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The Art Gallery Museum es una galería de arte dedicada al arte argentino, ubicada en Recoleta. Con una trayectoria de más de 20 años, la galería presenta anualmente varias muestras con los artistas más consagrados junto a otros contemporáneos.

Muestra Gallery 6 de junio: Obras Únicas de Antonio Berni

Bio

Antonio Berni nace el 14 de mayo de 1905 en Rosario, en el seno de una familia humilde de origen italiano. Desde muy joven muestra inclinación por el dibujo y la pintura. A los diez años realiza sus primeras obras y a los catorce ingresa como aprendiz en un taller de vitrales, donde comienza a desarrollar sus habilidades técnicas. Pronto sus trabajos llaman la atención en el ámbito local y a los veinte años obtiene una beca que le permite viajar a Europa para perfeccionar su formación artística.

En París entra en contacto con las vanguardias europeas. Su mirada crítica y su sensibilidad lo llevan a interesarse por el surrealismo y, posteriormente, por el realismo social. Durante su estadía en Francia también traba amistad con intelectuales y artistas comprometidos políticamente, lo que influiría profundamente en su obra futura. En 1930 nace su hija Lily Berni, quien será protagonista de muchos de sus dibujos.

Antonio Berni regresa a la Argentina con su familia en los años de la “década infame”. Aquí da cuerpo a un arte comprometido con las problemáticas sociales, alejándose de la estética formal para volcarse hacia una pintura con contenido político y humano. 

La vida rural

En los inicios de la década de 1940, Antonio Berni viaja por América Latina, y en el decenio siguiente recorre el interior de la Argentina, especialmente, Santiago del Estero. Las condiciones de vida de las comunidades rurales y los pueblos originarios lo impactan profundamente. Retrata con gran sensibilidad la vida cotidiana de los campesinos, trabajadores rurales y familias humildes, plasmando en sus pinturas rostros curtidos por el sol, miradas profundas y gestos de dignidad en medio de la pobreza. Estos retratos son documentos visuales de una realidad dura, tratados con respeto y humanidad.

Los paisajes del interior también dejan una huella indeleble en su obra. Así, pinta campos secos, montes bajos, ríos y cielos inmensos, utilizando una paleta de colores terrosos y cálidos que reflejan la geografía y la atmósfera de esas regiones. Lejos del cosmopolitismo de sus años en Europa, estas imágenes muestran una Argentina profunda olvidada por los gobiernos y el arte oficial.

Estos viajes refuerzan además su visión del arte como una herramienta de transformación social. Al ver de cerca la desigualdad y la exclusión en el interior del país, su pintura se torna más militante, buscando representar a aquellos que no tienen voz en la sociedad ni lugar en los grandes museos.

La vida urbana

Cuando Berni dirige su mirada hacia la vida urbana no destaca edificios y fachadas, sino que se sumerge en sus rincones menos atractivos, como los barrios precarios, las villas miseria, los ámbitos donde la lucha diaria convive con la explotación y la violencia. Berni entiende la ciudad como un espacio de contrastes: por un lado, es símbolo de modernidad, progreso y consumo; por otro, alberga los efectos más nocivos del sistema capitalista, como la marginalidad, el desempleo, el hacinamiento, la delincuencia y la corrupción. 

En este contexto surgen sus personajes más complejos: Juanito Laguna y Ramona Montiel. Mientras Juanito representa la infancia pobre y luchadora de los barrios obreros, Ramona encarna la trayectoria trágica de una joven humilde que llega a la ciudad con ilusiones de progreso, pero termina atrapada en un mundo de prostitución, consumo, frivolidad y alienación.

Las obras protagonizadas por estos personajes no son moralistas, sino profundamente éticas. Denuncian sin juzgar, retratan sin embellecer, y, sobre todo, dan visibilidad a quienes tienden a ser invisibilizados por este sistema político-social.

Berni innovador

Antonio Berni es pionero en el uso de materiales no tradicionales y técnicas mixtas. Desarrolla una técnica personal que denomina xilo-collage-relieve, una combinación de xilografía, collage y ensamblaje tridimensional. Además de trabajar con tintas y papel, incorpora materiales de desecho (como latas, maderas, chapas, alambres, telas, etc.) para construir obras que desbordan el plano y se acercan a lo escultórico. Esta técnica une lo artesanal con lo industrial, lo bello con lo marginal, al tiempo que traslada a la obra artística las realidades sociales más crudas. Esto lo lleva a ganar el Gran Premio de Grabado en la Bienal Internacional de Arte de Venecia de 1962.

En 1969, invitado por el crítico de arte y gestor cultural Jorge Glusberg, Berni produce una obra con una computadora (una de las primeras realizadas en el país) para la exposición Arte y Cibernética. Los años siguientes continúa con su labor experimental, incorporando materiales propios de su tiempo. Así, en el desarrollo material de sus trabajos es posible percibir las transformaciones tecnológicas que lo fueron acompañando a lo largo de su vida.

Antonio Berni fallece en Buenos Aires en 1981 dejando un legado imborrable tanto artístico y experimental como político y social. Ese legado ha sido muy influyente en la Argentina y en América Latina y lo sigue siendo hasta hoy.

Statement

Con motivo de cumplirse los 120 años del nacimiento del artista rosarino, The Art Gallery tiene el agrado de invitar a la inauguración de la exposición Antonio Berni. Obras únicas, que se realizará el próximo 14 de mayo a las 18 horas en Uruguay 967, Capital Federal.

Con curaduría de Rodrigo Alonso, la exhibición presenta un breve panorama de la profusa producción del artista, centrado en algunos ejes temáticos (retratos, paisaje rural, vida urbana), y en su exploración única en el terreno del grabado que lo llevaría a ganar el Primer Premio en esa categoría de la Bienal Internacional de Arte de Venecia de 1962. Incluye una importante selección de obras gráficas, documentos y algunos trabajos que se exhiben por primera vez.

Antonio Berni fue uno de los artistas más influyentes del arte argentino del siglo XX, reconocido tanto por su talento plástico como por su profundo compromiso social. Nacido en Rosario en 1905, desarrolló una obra que refleja con fuerza y sensibilidad las problemáticas sociales de su tiempo, convirtiéndose en una figura clave del realismo social en América Latina.

Influenciado por sus viajes a Europa y su contacto con las vanguardias artísticas de principios del siglo pasado – especialmente el surrealismo – regresó a la Argentina con una mirada plástica innovadora que, en principio, provocó el rechazo de la crítica. Más tarde, en el contexto de la Década Infame, su obra comenzó a centrarse en la representación de los sectores más vulnerables de la sociedad, como campesinos, obreros y niños marginados, a quienes retrató con humanidad y dignidad.

Otro de los aspectos destacados de su trayectoria fue su observación aguda de la vida urbana, especialmente en los barrios populares y villas miseria. A través de personajes icónicos como Juanito Laguna y Ramona Montiel, Berni dio voz a los desplazados del sistema, aquellos que sobrevivían en la periferia de la modernización, víctimas del crecimiento desigual y la pobreza estructural. Estas figuras, construidas a partir de materiales de desecho y objetos encontrados, son testimonio, al mismo tiempo, de su innovador uso del collage y el ensamblaje, y su denuncia de la exclusión social.

La obra de Berni no sólo se mantuvo fiel a su posicionamiento crítico y ético, sino que también fue revolucionaria desde el punto de vista técnico. Transformó la práctica del grabado mediante técnicas mixtas que combinaban xilografía, collagraph y collage, logrando producciones de gran impacto visual. No obstante, esto no hizo que se apartara de la tradición histórica que utilizó el grabado como una herramienta expresiva de contenido político y social.

Antonio Berni murió en Buenos Aires en 1981, dejando un legado artístico y reflexivo de enorme valor. Su obra continúa siendo un testimonio elocuente de su época y sociedad, así como un ejemplo de cómo el arte puede comprometerse con las realidades más duras sin perder fuerza estética ni potencia transformadora.